lunes, 31 de diciembre de 2007

Oración para el fin de año.

Señor, tu que bendices a quienes te bendicen

y santificas a quienes ponen su confianza en ti,

otorga la par al mundo, a tus iglesias,

al clero, a niuestro país y a todo tu pueblo.

Porque todo don viene de lo alto

y lo recibimos de ti, Padre de las lues:

nosotros te adoramos,

te glorificamos y te damos gracias,

a ti,Padre, Hijo y Espíritu Santo,

ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Esta es una oración de San Juan Crisóstomo, que la pronuncia cada día la liturgía de la iglesia oriental.

Es una bendición espresa para comenzar el año con buen pie, y sanas intenciones de vivir el espíritu del evangelio en un mundo lleno de violencia.

Buscamos la paz, que este año la encuentre, y la encuentre cada hombre que es mi hermano.

viernes, 21 de diciembre de 2007

La navidad del Pastor

Una noche mas estaba sentado alrededor del fuego, comiendo unas legumbres secas y escuchando las historias antiguas de Felipe.
Felipe fue antes que pastor de ovejas, administrador de una finca que poseía un acaudalado terrateniente de Judá.
-¡Muchachos!- Tengan confianza en Dios, el siempre ha estado con su pueblo y ahora no nos va a fallar.Muchos siglos llevamos arrastrando la cadena de nuestras faltas, y pronto ha de llegar aquel que tiene la fuerza para romperlas.
La libertad alborea ya,como un timido sol que al mediodía se convierte en vida para todos la tierra.
Yo me caía de sueño, y además con la tripa llena ya, pues a penas escuchaba sus palabras.
Cuando de pronto hubo un resplandor.
Una luz como si un sol se levantase en medio de la noche.
Su luz era cada vez mas inmensa y llenaba todo el valle.
El corazón se me desbocó y latía con fuerza como si fuese a estallar.
Otros pastores que mas lejos observaban el misterioso acontecimiento vinieron corriendo muertos de miedo.
La luz seguía siendo cada vez más intensa.
Una música llenó el valle, y hasta las ovejas se puesieron a bailar y balar a coro.
Eran como campanitas, flautas muy dulces, y un sonido jamás escuchado como un arpa de tres metros.
Una voces gritaban: Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres heridos hambrientos de la justicia de Dios.
La letra se repetía sin cesar.
Mi corazón se calmó, y yo mismo empecé a cantar aquella melodía.
Un hombre se acercó hasta nosotros, no se de donde pudo salir, y nos dijo:
-Os traigo una gran alegría, hoy en Belen de Judá os ha nacido el Salvador.
Aunque eran horas de la noche no quisimos esperar y fuimos corriendo a donde nos dijo aquel personaje.
En contramos en un portal sencillo, a un niño entre pañales,mecido en manos de su madre, y a su padre recojiendo leña y edecentando aquel lugar.
Algunos se acercaron y lo besaron, otros se arrodillaron, yo solo le mire y lo mire y cuanto más lo miraba mas paz me llegaba.
Largo rato estuvimos asi, con aquella familia, y en aquel lugar.
El día ya se levantó y teníamos que ir con nuestras ovejas podría haber estado allí una eternidad.
Al volver se oía decir a Felipe.
-¡Muchachos!-Ya os lo dije, nuestro Dios viene pronto a salvar a su pueblo.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Salve María


Dulcísima hija de Ana.

El amor me empuja hacía ti.

¿Cómo podré describir tu actitud tan digna?

¿Y tu vestido? ¿Y la bellezsa de tu ara?

¿Y la conducta sensata de tu juventud?

Tú vestido fue modesto

lejos dela molicie y el lujo,

grave tu andar, ni precpitado ni lánguido,

serio el comprtamiento, alegre

por la vivacidad juvenil,

máximo el cuidado cn los hosmbres,

como indica aquel temor que te sacudió

en el inesperado coloquio con el ánel.

Fuiste duce y respetuosa

con tus progenitores

humilde de espíritu en la más alta contemplación;

amble ablando como correspondía

a tu espríriti afabñe.

En resumen, ¡qué otra cosa había en ti sino la digna permanencia

de Dios?

Con justicia todas las generaciones te proclaman

bienaventurada

porque eres tú la gloria del género humano.

Tú el honor de os sacerdotes,

la esperanza de los cristianos,

la planta fértil de la virginidad.

Por ti se difundió por todas partes

l belelza de lavirginidad.

¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto

de tu vientre!


Juan Damasceno escribió este texto y otros alabando a la Virgen, proclamando su intercesión.

Este texto tiene relación con el advieno que estamos viviendo los cristianos ahora.

El texto tiene inocencia y poesía, amor y ternura.

San juan Damasceno vivió entre el 675-749.

Siempre es bueno acudir a María y en este tiempo tan especial también.

Ella nos puede enseñar a vivir una navidad de esperanza, lejos del consumismo y aburrimiento que ensalza la sociedad.

lunes, 3 de diciembre de 2007

San Francisco Javier


Hoy tres de diciembre celebramos a San Francisco Javier.

El año pasado fue el quinto centenario de su nacimiento, y los poderes políticos aprovecharon para pintar un santo según sus acuarelas.

La iglesia navarra también aprovechó la ocasión y las marchas a Javier, lugar de nacimiento del santo, se multiplicaron.

Lo mismo que las conferencias, encuentros misioneros, y actividades pastorales con las que estuvieron muy ocupados, y cuyo fruto me pareció bastante escaso.

Ya un tanto aburrido de tanto San Francisco Javier acudí a las charlas de la parroquia, que como no iba a ser de otro modo versaban sobre el mismo tema.

Tres conferencias se citaban, a dos no quise ir, porque pintaban aburridas y comedoras de tarro, mas dignas de un lavado de cerebro que de otra cosa.

A la conferencia que un jesuita, hermano de compañía de Javier, dio, a esa fui.

Empezo en un tono formal, para ir aumentando poco a poco de intensidad, y llegar a la frase que si se me quedo grabada.

Francisco de Javier se enamoró de Jesúcristo, y así llegó a la plenitud de la santidad, cada bautizado ha de encontrar este amor.

Enamorarse de Cristo es lo que nos da belleza evangélica, y sentido a nuestra vida interior, y a la pastoral que cada uno deba desempeñar en este cuerpo eclesial.

Vivir cada día enamorado de Jesús, no es nada romántico, ni para adolescentes con granitos.

Es apertura al amor que colma nuestra vida, y apertura a las necesidades de los hombres nuestros hermanos.

En el turno de preguntas me contuve, y me quede con una, que todo este tiempo ha estado rondando en mi mente.

¿Cómo continuar pastoralmente el año javeriano, como completar cada año con una pastoral de conversión diaria en nuestra iglesia?

Porque claro los festejos se han acabado, y las necesidades humanas de cada uno y de lo que nos rodea persisten.

El año javeriano politicamente desapereció para dar paso a otros divertimentos políticos, eleccines variadas, pactos para el poder etc.

Pero el Javier creyente sigue aguijoneando a cada uno para enamorase de Dios y llevar este amor como un fuego a todos los rincones.

Que su intercesión nos haga cada día mas comprometidos con la causa del evangelio.