miércoles, 13 de junio de 2007

Presencia de Dios.

Amar es dejar que Dios actúe en la vida.Dejar que Dios actúe en la vida es divinizarse y permitir que Dios se humanice.
Leonardo Boff.Una Espiritualidad liberadora.p73
Muchas veces nos preguntan ¿Donde está Dios?
Las guerras, el hambre y la pobreza son como una neblina que no permite la visión de Dios.
La respuesta que damos desde la fe es el amor.
Amor concreto y eficaz en las situaciones variadas de la vida:
Las madres que cuidan de los hijos.
Las hijas que cuidan de sus padres mayores.
Personas con visiones distintas de la vida que se entienden con mutuo afecto.
Heridas que no dejamos que sean las que lleven la iniciativa, y brota el perdón y la acogida.
Cuando dejamos que el amor tome cuerpo en nuestro cuerpo.Materialice su energía eterna en nuestro pequeño ser débil y pasajero, entonces nos divinizamos.
No somos divinos cuando tenemos a nuestro alcance todos los alimentos y aliviamos nuestra hambre, primera tentación de Jesús.
No somos divinos cuando tenemos el poder en nuestras manos, religioso, politico y social, jerarquico.
No somos divinos cuando hacemos maravillas y grandes milagros, todos hablan bien de nosotros.
Todo ello forma parte de la tentación del hombre.
Somos divinos cuando amamos en concreto a las personas y situaciones concretas.
Entonces Dios se encarna de nuevo y su presencia se hace sensble y visible para todos.
Dios se humaniza, se hace hombre con nostros que camina con nuestra historia.
Asi los hombres creen y se gozan con Dios.

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