
¿Para qué vivimos? Para amar y relacionarnos fraternalmente con el otro, hecho prójimo y hermano.Vivir así implica superar todo el odio e instinto de egoismo y venganza, que son concreciones del proyecto según la carne.Vivir según el Espíritu supone total reconciliación incluso con el enemigo; el que vive a partir de Dios, comienza a actuar como Dios,que "ama a los ingratos y a los malos"Lc6,35 y que "da el sol y la lluvia a justos e injustos"Mt 5,45.
Leonardo Boff.Una espiritualidad liberadora.p40.
Los sicológos humanistas se empeñan en que la persona tenga un porque en la vida.De esa manera las neurosis acaban cediendo, ya no tienen poder sobre el individuo.
Viktor Frankl, fundador de la logoterapia decía:El que tiene un porque para vivir, encontrará un cómo.
Cristo nos da una clave para superar la neurosis.El vino para relacionarse con todos los hombres como un hermano, un amor.
El espera que sus amigos hagan lo mismo.
Todo esto lo vivimos en una historia plagada de heridas,de odios al que nos hizo un mal, al que rompió nuestro proyecto,al que destrozó nuestro buen nombre.
Así perdemos el sentido de la vida que nos trajó Jesús de Nazareth.
Necesitamos el Espíritu suyo para salir cada día por la calle amando a todos, como los ama Dios,a los buenos y a los malos.
¡Tantas veces nos han dicho que Dios castiga a los malos!, que nosotros también los castigamos.
El sol que da vida, la lluvia que alivia la sed y da abundancia Dios lo entrega gratis a los hombres y asi es feliz.
El quiere compartir esa dicha conmigo.Salir cada día por las calles de mi ciudad siendo bueno con todos.Un bello Porque en la vida.
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