martes, 15 de mayo de 2007

Hermano Roger


Dios de todos los seres humanos, anhelamos escucharte cuando nos dices:¡Levántate, que tu alma viva!.No quisieramos escoger nunca la oscuridad o el desánimo sino la claridad de la alabanza.Hermano Roger

Dios es el Dios de todos los seres humanos.No importa la advocación que le demos, ni el nombre, ni las imágenes que tengamos de El.

Siempre estará por encima de nuestras imágenes, de todos nuestros conceptos.

Sin embargo todos ellos son necesarios por la limitación humana,que necesita expresarse en palabras, en ritos, en sacramentos.

Nuestros oidos buscan una leve voz, que nos de el empuje para levantarnos cuando nuestra energía se queda bloqueada, se rompe, se estanca en las dificultades de cada día, y nos llevan a las tinieblas de la depresión y del pecado.

Como sopló una vez sobre Adán, el primer hombre, sopla sobre cada uno de los miles de millones de hombres para darles vida.

Como soplo el Espíritu en medio de los huesos secos, llenándolos de tendones nuevos, de frescura.

Tentados por la oscuridad, abrimos nuestras bocas a la alabanza, al canto y a la acción de gracias, y se transforma asi nuestra vida con la compañía de Dios, siempre cerca de nosotros.

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